Esto es lo único que pensabamos Chimi y yo el miércoles a la una de la mañana...

Vale que no son horas muy intempestivas, pero que nosotras que no tenemos que madrugar ya estuvieramos pensando en la cama y la gente venga a darlo todo como si mañana pudieran dormir hasta las mil! Y nos daba que esos eran de los que tenían que estar a las ocho en la ofi.

Resulta que el miércoles había un concierto acústico de Javier Ojea en el Dux y teníamos invitaciones. Nos daba por saco el concierto, de hecho a ninguna de las dos nos gusta este señor (no conocíamos más que una canción...), pero nos ardía el culo por ver ese nuevo lounge que habían abierto en el centro y del que todo el mundo hablaba maravillas y se decía (no sé si verdad o no) que los sábados había una cola de 45 minutos para entrar, que estaba genial, supercool y todos los adjetivos superpijis que se os ocurran. Y nosotras sin ir!!!




Nos dió la pedrada y decidimos ir. Allí me planto a recogerla a las nueve y como no, sale de esa boquita que Dior le dio: "Nos vamos a la sidrería a tomar unas tapas y unas sidras, no?". Claro, cualquiera le dice que no con esa carita!!!! "Chimi que nos conocemos y sabemos como termina lo de tomamos unas sidras".

Plantadas en la terraza de la sidrería nos tomamos nuestras tapitas y nuestras sidritas, papando un frío de la leche, nos dedicamos a arreglar el país y a hacer un poco de tiempo hasta que llegara el churri de Chimi para ir al concierto.

Iniciamos la ruta hacia el Dux. Nos metemos en el ascensor, planta dos y atravesamos el pasillo. Voilà!! Ya sólo esa entrada con esas cortinas y ese súper jarrón nos encantó.



El sitio es precioso, todo decorado en negro, rosa, blanco y malva dependiendo de la zona. Va a ser que la gente tiene razón... Son las 22:30 hs y ya hay ambientillo. Nos metemos en la terraza y, oh sorpresa!!! No hace frio!!! No puede ser que a esa altura (vamos a poner unos 50 m del suelo, más o menos...)y justo encima del mar, no haga frío. Pero la verdad es que se está genial.



La terraza esta decorada en blanco y tiene unos megatelescopios para que puedas ver toda La Coruña. Con jarrones en blanco del tamaño de Gerión y sillas y mesas de diseño también en blanco. Nos traen nuestras copitas y allí estamos flipando en colores con el lounge.



Visita obligada al baño. Una no puede ir a un local y no ver los baños, dice mucho de un local. "Yo creo que van a tener mosaico en las paredes". "Que va Chimi! Seguro que tienen pizarra o algo así. Voy a ver y te digo". Al final tenía razón la muy perraca!!! Menos mal que no apostamos nada...



Después decidimos explorar el resto del local. Nos metemos en la zona más amplia, donde se supone que va a empezar el concierto y... está petado de gente!!! No coge ni un alfiler. Y ahí empieza nuestra retahíla... "Es que aquí la gente mañana no trabaja o que???".



El concierto, muy bien. Muy buena la acústica, el propio Ojeda haciéndolo súper bien y la gente muy animada. Nosotras no conocíamos más que una canción, pero la cantamos a grito pelado. Que no se diga!



Saciada nuestra curiosidad y con material suficiente como para pasar el informe al día siguiente a nuestras compis, decidimos tocar retirada que mañana toca currar. A la una y pico!!!! No os vayais a creer que cerramos el local. Pero allí quedaba la flor y nata del postureo coruñés como si mañana todos tuvieran el día libre que oye, puede ser...



Conclusión: la gente en Coruña no trabaja. O si lo hacen, no tienen hora para fichar, porque ya me direis vosotros como puede haber tanta gente un miércoles como un sábado. Ahora, el local está chulísimo.

Lo hemos establecido como lugar oficial para las japos, jejejejejeje.

P.D.: Perdón por la calidad de las fotos, pero mi pobre movil no da para más...