Después de que volviéramos a ser otra vez los cuatro, empezamos a darnos cuenta de que nuestros gatos habían cambiado un poquito (después de meses pendiente de las ratillas, por fin les hacíamos caso!!!). Akira se volvió un poco arisca, bufaba bastante y no quería mucho mimo. Se hizo mayor e independiente (sólo fue una etapa). Pero Auron tuvo una regresión temporal (con temporal quiero decir que volvió a ser un cachorro, no que durara un tiempo, porque a día de hoy seguimos igual...).

De repente nuestro gato “filete” (así le quedó, porque era un filete, inerte, podías hacer lo que quisieras con él) se volvió demasiado activo. Jugaba tooooodo el rato, necesitaba atención constante, saltaba, corría, maullaba, de todo!!!! Tengo que aclarar que al principio pensabamos que Auron era mudo o algo así, porque tardó como tres meses en emitir su primer maullido y unos dos años y medio en empezar a ronronear (muy bajito, eso sí).

Pero no decían que los gatos después de caparlos se volvían tranquilos, engordaban y eran como un peluche??? Pues el nuestro no!!! De hecho adelgazó, se volvió más activo de lo que era y un poco más tonto. Porque Auron es muy guapo, entonces no puede ser listo. Eso queda para la nena.

Realmente es bastante tonto. Cuantas veces se ha dado de leches contra las ventanas intentando cazar palomas o gaviotas… Miles!!! No se da cuenta de que ahí hay algo que no le deja salir. Tardo un añito laaaargo en reconocer el cristal. Él va despacio… Le cuesta asimilar conceptos… La nena lo torea. Al principio cuando empezaron a quererse y a jugar, Auron era más lento pero más fuerte y Akira es más ágil y rápida. Además a Auron le quedó una patita mal curada y le estuvo doliendo durante por lo menos un añito. Todo esto viene para poneros en situación: las dos fieras jugando, pegándose a diestro y siniestro, Akira ya se cansó de Auron pero él no entiende el concepto de “ya no quiero jugar más contigo”, así que sigue tocándole las pelotas a la nena y ésta, después de advertirlo con bufidos, ya está hasta las narices y… Zas!!! Le ataca la pata mala!!! Si es que te avisé Auron…

Siempre está castigado porque siempre las lía. No puedes dejar a su alcance ni mecheros, ni monedas, ni nada de similar tamaño, porque se dedica a tirarlos uno a uno con la patita. Come cualquier plástico, papel, hilo o mota de polvo que se encuentre por el suelo. Le da igual lo que sea, el lo prueba por si está rico. Y no hablemos de revolver en la basura… Le encanta!!! De repente estás tranquilamente tumbado en tu sofá y el gato aparece con cualquier desperdicio a pasearlo por la casa como si fuera una mascota. Siempre chupa todo: el suelo, la fregona, las mesas, todo!!! Debe de tener algún sentido atrofiado, porque todo lo comprueba con la lengua. Hasta la bañera!!! Pobre de mí como se me olvide cerrar la puerta del baño mientras estoy en la ducha… El muy cabrito entra, aparta la cortina de la ducha y se mete en la bañera conmigo (sin mojarse mucho, claro) para dedicarse a chupar la bañera, chuparme los pies, etc. Si es que es un gato raro, raro…

Tiene obsesión por las ventanas, sobre todo por la mañana. Es muy listo cuando quiere. Poneros en situación: siete de la mañana, yo completamente dormida, calentita en la cama y con el atifaz impidiendo que la luz me moleste para dormir. El gato ya despierto, tiene hambre o se aburre y aún queda un rato para que suene el despertador. Entonces, que pasa por su cabeza??? Vamos a despertar a mami!!! Unas veces espera a que suene el despertador, pero otras es demasiado impaciente. De todas formas, en ambos casos, el procedimiento es el mismo. Primero maulla y me da cabezazos en la cara y como estoy dormida y no le hago caso, sino más bien lo aparto. Pasa al plan B. No sé como pero ha aprendido a quitarme el antifaz!!! Lo muerde y tira de él hasta que me lo quita y empieza a chuparme los ojos y la cara. Si sigo sin despertar ya pasa al plan final: morderme los codos. Ahí sabe que me levanto si o si y que va a tener desayuno y vistas aseguradas. Me levanto y me persigue maullando y saltándome a las piernas con las patas delanteras extedidas en plan “morcego” (traducción simultánea: murciélago) hasta que consigue lo que quiere.

Y ya la ventana es otro cantar… Es subir la persiana y ya esta saltando hasta el bordecito para buscar palomas o gaviotas para perseguirlas y amenazarlas con la mirada. Porque detrás del cristal uno es muy valiente, pero hubo un día de verano que hacía mucho calor y la ventana del salón estaba abierta y se posó una gaviota en el alféizar. El gato vino a trote y se subió al sofá para ver la gaviota de cerca. Ya estaba preparado para saltarle encima (éste se nos tira por la ventana!!!) y de repente la gaviota, cinco veces más grande que él, despliega las alas, hace un “gruuuuaaaajjjjj” enorme y se pira. Como si lo persiguiera el mismo diablo Auron salió escopeteado a esconderse debajo del sofá y se pasó toda la tarde muerto de miedo. Porque el gato es un cagueta. Aún a día de hoy se esconde si viene alguien a casa que no conoce. Ahora, espera a que él se te acerque y si se duerme a tu lado, ya tienes gato para largo.

Serían miles las historias que os podría contar de ellos… Son un cielo y un amor… Ahora mismo, mientras escribo, están los dos sobre mis piernas, manteniendo el equilibrio porque los dos no cogen juntos. Y cuando me levante vendrán los dos detrás mia, persiguiéndome por toda la casa, porque son unos pesados y tienen mucha mamitis, pero la verdad es que me encanta…

Espero que os haya gustado esta serie de post. He intentado resumirla todo lo que he podido y muchas cosas han quedado en el tintero, pero aún nos quedan muchos años de trastadas que pasar juntos.

Un beso a todos!!!